1984: La ficción como representación de la realidad

 


1984: La ficción como representación de la realidad

En las novelas de George Orwell la critica social siempre es bastante clara, aunque se realice por medio de la ficción. En los relatos de este autor es bastante notorio el disgusto por los sistemas de poder autoritarios de los gobiernos. Gracias a la representación de una distopía sobre un gobernante y su partido que tienen acceso a todos los aspectos de la vida de las personas incluyendo sus pensamientos, se logra representar sin necesidad de hacer mención expresa de un hecho se llega a cuestionamientos bastantes punzantes de situaciones que suceden de forma menos exagerado en la realidad de algunas naciones.

El gran el hermano y el partido de gobierno de Oceanía utilizan diferentes formas de control en la novela, como la propaganda, la represión y la manipulación del lenguaje, la historia y cultura. Aunque en la novela estos se muestren de una forma bastante exagerada estos son una representación que le clarifica a las personas y les muestra de forma más perceptible diferentes situaciones que se presentan en realidad. A lo largo de la historia en los dictatoriales la propaganda ha sido parte importante la perpetuación de los dirigentes, ayudando a que la imagen de estos sea mejor recibida dentro de la población, para esto se suele utilizar discursos nacionalistas, representaciones del enemigo interno, obras gráficas en la calle, y en medios de comunicación y en ciertas alteraciones de la educación de la población. La represión se da desde la imposición de reglas restrictivas y la imposición de la fuerza. La manipulación del lenguaje, la historia y la cultura se relaciona bastante con los dos puntos anteriores ya que la propaganda y la educación son los medios predilectos para perpetrar esta manipulación y la represión es la consecuencia para los que no acepten estos cambios.

Dándole un repaso a la historia de la política y a la novela, podemos observar que hasta en los contextos más adversos el hombre siempre tiende a la libertad, es casi como una necesidad de nuestro ser. cuando una persona pierde su deseo de libertad es despojado de su condición humana, alienándose por completo a la opresión de su entorno, renunciando a todos sus ideales. Los hombres debemos procurar estar siempre en la búsqueda de una sociedad donde el poder este en manos de personas capacitadas que estén alineadas con las necesidades del pueblo y que dirijan la nación respetando las libertades individuales de las personas. También es importante entender que esta liberación no viene solamente por el cambio de un sistema político, ya que es de igual importancia deconstruir los discursos que se manejan dentro de la sociedad actual, que muchas veces sirven como aparatos de control.


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